Los 10 aprendizajes del 2019

Hace un año exactamente, publiqué un artículo sobre mis diez aprendizajes del 2018 que tuvo mucho éxito. Fue mi primer y último post ese año.

Sí, yo sé, pero antes de que me juzgués, 2019 fue el año en el que escribí mi primer libro, diez cursos de ventas, un curso online para equipos de ventas, dos cursos de productividad y un reto de Ley de la Atracción. Nunca había escrito tanto. Y pasé todo el año pensando que no era lo suficientemente productiva. 

Porque así somos. Siempre vivimos enfocadas en lo que nos hace falta, en lugar de abrazar lo mucho que hemos logrado y disfrutar ese esfuerzo. Pensando en la meta en lugar de disfrutar el viaje.

Por eso, empiezo este post con mi intención para 2020: 

Presencia. 

Estar donde estoy y no en otra parte. Amar cada experiencia, cada risa, cada lágrima, cada reto, cada logro, cada tropiezo y cada espacio muerto, de esos que se sienten como en el limbo. Porque cuando una finalmente se calla y aprende a no resistir, es cuando la vida empieza de verdad. Antes de eso, sólo reaccionaba, no creaba conscientemente. Te lo dice quien ya tiene varias creaciones a su haber, buenas y no tan buenas. 

2019 fue para mí el año de la mariposa, es decir, siento que finalmente salgo del capullo. Lo que no significa que terminé, sino que ahora, convertida en otra persona, mi experiencia cambia y mis retos son otros. Sólo quiero dejar atrás la oruga que llevo tanto tiempo siendo y  que a veces sigue programada en mi sistema. Y qué mejor manera de empezar que dejar tirado el capullo de lo que no sirve y fortalecer las alas con el aprendizaje. 

Así que vamos, tal vez algo de esto te sirva a vos para comenzar a batir alas. 

Sí es cierto que todos somos energía. 

Lo experimenté de primera mano y de la forma más inesperada - historia que queda para otro post. Cuando entendí esto, desde la forma de planear mi día, hasta el empeño que pongo en mis charlas cambió. La energía que llevamos la sentimos en el cuerpo, la procesamos con las emociones y la creamos con el pensamiento. ¿Qué clase de energía estás emitiendo con tus pensamientos, emociones y acciones?

La creatividad es un estado natural y espontáneo. 

Sólo nos desconectamos de este estado. Cuando niños solíamos pasar horas enteras en este estado de creatividad completa, sin medir el tiempo, sin preocuparnos por el resultado, simplemente disfrutando el acto de crear. He sido creativa toda mi vida, lo que ha dictado muchas de mis decisiones. Vos también lo sos. Sólo tenés que aprender a reconectarte con ese estado para que todo en tu vida fluya de manera más natural, espontánea e inesperada. 

Las intenciones tienen fuerza. 

Como lo digo en mi Reto de Manifestación, la intención es un deseo que viene cargado de su propia energía. Es como una decisión no negociable que tomás en un momento decisivo. Y cuando viene así, segura y determinada, una intención encuentra su camino para manifestarse en tu vida. De una forma u otra. En todo lo que hagás, asegurate de poner una intención. 

Es importante conocer tu razón. 

Muchos expertos lo llaman “el por qué” yo lo llamo la razón. La motivación real detrás de lo que hacés. Muchas veces hacemos las cosas porque consideramos que es “lo correcto” porque es nuestra responsabilidad, o por agradar a otros. Pero cuando cambiás esta razón por algo que te mueve desde adentro, todo el resto del universo se mueve con vos. ¿Por qué hacés lo que hacés? ¿Por qué o para qué querés lo que querés? 

El dolor es tu mejor maestro. 

Esto no significa que vas a salir a buscar experiencias dolorosas en pos de tu crecimiento. Pero sí significa que vas a aceptar esos momentos difíciles sin resistirlos, entendiendo y aceptando cómo son, el momento en que llegan y lo que provocan en vos. No te estanqués en el dolor, sentilo, abrazalo y convertilo en tu maestro. 

La prosperidad empieza con entender tu valor. 

El dinero es una convención social hecha para intercambiar valor. Cada vez que das, o recibís dinero hay un intercambio de valor. Reconocé tu valor, y podrás recibir. Apreciá el valor de otros y darás sin pensarlo.

Las limitaciones son auto-impuestas. 

Toda barrera que te impide manifestar lo que querés es mental. Sí, es cierto que a veces se dan circunstancias adversas, sí es cierto que no todos empezamos a caminar desde el mismo punto de partida, pero todos tenemos poder creativo para manifestar cualquier experiencia. Si creés que no podés, no podrás. Si creés que sí, encontrarás la manera. 

Descubrí tu propia verdad. 

Hay personas que van adelante en el viaje. Eso no significa que sean mejores que vos. La comparación es mala consejera. Lo que funcionó para alguien podría no funcionarte a vos. Por eso, analizá, escuchá, aprendé. Luego ve y consultá con tu intuición. Ella sabrá qué hacer con todas esas herramientas. Tu alma conoce el mejor camino para vos. Por eso, el siguiente punto de aprendizaje fue clave en mi 2019. 

Escuchá tu intuición. 

Nos enseñan a confiar en nuestro conocimiento cognitivo, a usar nuestra mente analítica. Pero nunca nadie nos enseña a conectar con nuestra intuición, nuestra sabiduría interna. Y es infinitamente sabia. Para aprender a usar la intuición hay que conectar con las emociones, con el cuerpo. Explicarte esto requiere otro post, que pronto vendrá.

Todos los caminos llevan a Roma. 

No hay recorrido bueno o malo. Lo importante es caminar. No hay forma de que “hagás las cosas mal”. Cada paso que das moldea tu aprendizaje y es necesario para tu crecimiento. Lo que no puedes permitirte es quedarte quieta(o). Movete y el Universo te abrirá las puertas. 

Ahora contame, ¿qué aprendizajes te dejó el 2019? ¡Escribime en los comentarios!